VENTANA DE FORMACIÓN Nº 17. ABRIL 2018

¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? Jesús ha resucitado. Feliz Pascua de Resurrección.
Acaba de terminar nuestra Semana más importante; la Semana Santa. Un tanto atípica en Jaén con un frío impropio y un sabor agridulce por las Hermandades que no han podido realizar su desfile penitencial. Empieza el mes de Abril y nos adentramos en la Pascua de Resurrección, siendo la fiesta más importante para todos los católicos, ya que con la Resurrección de Jesús es cuando adquiere sentido toda nuestra religión, la victoria sobre el pecado y la muerte, por todo ello debemos estar alegres, todos los católicos debemos mostrarnos contentos y repartir felicidad a todos nuestros hermanos, es tiempo de júbilo.

EVANGELIOS DEL MES DE ABRIL
El primer domingo de Pascua lo comenzamos con el evangelio de Juan (Jn.20, 1-9) el cual nos transmite la sorpresa primero de María Magdalena y después de sus discípulos al descubrir el sepulcro de Jesús vacío. Con gran sorpresa entran en él y descubren las vendas y el sudario que le había cubierto la cabeza y entendieron la Escritura y lo que Jesús les había dicho.

El segundo domingo de Pascua, San Juan (20, 19-31) nos muestra a unos discípulos asustados y con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Pero también nos muestra el amanecer con la venida de Jesucristo y el fin de las dudas y la llegada de la alegría. Jesús poniéndose en medio de ellos les muestra sus heridas y les exhala su aliento recibiendo al Espíritu Santo, instituyendo en ese momento el Sacramento de la Reconciliación: “Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados; a quienes se los retengáis les quedarán retenidos”.
También nos muestra a un incrédulo Tomás al que Jesús convence mostrando y tocando dentro de sus heridas. ¿Hemos sido Tomás alguna vez?

El tercer domingo de Pascua el Evangelio de San Lucas (24, 35-48) nos trae otra flaqueza de los discípulos de Cristo (¿acaso no serán las mismas nuestras?) cuando al visitarlos Jesús se sorprenden y creían ver a un fantasma. Cristo les muestra las manos y los pies, come con ellos y les hace entender las Escrituras:”El Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará las conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos ….”

El cuarto domingo de Pascua San Juan (10, 11-18) nos muestra a un Jesús fuerte y decidido donde les muestra a los fariseos quien es. YO SOY EL BUEN PASTOR. El pastor que está dispuesto a dar la vida por sus ovejas, por todos nosotros, por los que les seguimos y amamos y por los que aun estando lejanos a él, le escucharan y los recuperará.

El quinto y último domingo de Pascua, 29 de abril Juan (15, 1-8) nos dice que Jesús es la verdadera vid, que junto a él daremos “fruto” porque sin Él no seremos nada. Si permanecemos en Él y su palabra hace mella en nosotros seremos discípulos suyos.

PARA REFLEXIONAR:

¿Tenemos miedo, como los discípulos (al principio) de mostrarnos seguidores de Jesús?
¿Tendremos que ver y tocar como Santo Tomás para creer en Él?
¿Estamos dispuestos a dar fruto y a sembrar la palabra de Jesús?

Paz y bien a todos, vivamos esta Pascua de Resurrección con alegría.