VENTANA DE FORMACIÓN Nº 21. NOVIEMBRE 2018

Queridos Hermanos, vamos a comenzar el mes de noviembre abriéndolo con la festividad de todos los Santos (verdadera fiesta Cristiana). Para toda la Iglesia es una gran celebración y una gran oportunidad de agradecer todos los beneficios y todas las gracias que Dios les concedió a estas personas que fueron como nosotros, con los mismos problemas y debilidades que nosotros y con una gran fortaleza y fe que viene del mismo Dios. Es un buen día para agradecer los bienes espirituales y materiales que hemos recibido por la intercesión de los Santos.
Al día siguiente celebraremos el día de los difuntos uniéndonos alrededor de la mesa del Altar a las 20:00 h. en la Iglesia de la Purísima Concepción donde junto a nuestro Capellán D. Blas nos acordaremos de todos nuestros seres queridos que ya no nos acompañan físicamente pero que están presentes en nuestras mentes y nuestros corazones.

También tendremos durante este mes, concretamente los días 16. 17 y 18  la celebración del Triduo Estatutario dedicado de María Santísima de la Estrella. Nuestra madre que intercedes por todos nosotros y que nos ayuda a encontrar a su hijo amado, Jesús de la Piedad.

El día 22 celebraremos la Festividad de Santa Cecilia, patrona de la música y por lo tanto de nuestra Agrupación Musical, tanto la grande como la infantil y para concluir el mes, el último domingo día 25, tendremos la solemnidad de Cristo Rey, que cierra el tiempo litúrgico Ordinario, para adentrarnos en el tiempo de Adviento, que nos preparará para vivir el nacimiento de Jesús.

EVANGELIOS DEL MES DE NOVIEMBRE

Comenzaremos el mes de noviembre con la lectura del Santo Evangelio según San Marcos (12, 28b-34) el día 4 de noviembre, primer domingo donde su lectura es apasionante. EL PRIMER Y SEGUNDO MANDAMIENTO. En él se nos presenta al escriba queriendo profundizar en la ley del judaísmo (La Torah) sabiendo que Jesús sería capaz de ofrecerle una interpretación profética. Preciosa la pregunta y precisas las respuestas, siendo la base de nuestra existencia como cristianos que somos: “¿Qué mandamiento es el primero de todos? Respondió Jesús: El primero es: «Escucha, Israel, el Señor nuestro Dios es el único Señor: amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser.» El segundo es éste: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» No hay mandamiento mayor que estos.”
Con esta contestación de Jesús vemos que el Amor a Dios y el amor el prójimo es lo más importante de la vida, son un solo mandamiento, en realidad, y así podríamos entender el final:”No hay otro mandamiento más importante que éstos”. No podríamos entender el Amor hacia Dios sin amor hacia los hombres.

¿Realmente ponemos en práctica estos mandamientos hoy en día? ¿Amamos a Dios con todo nuestro corazón? ¿Y a nuestro prójimo?

El segundo domingo del mes de noviembre, día 11 (día de la Iglesia Diocesana), nos relata San Marcos (12, 38-44) un evangelio lleno de simbolismos. Comenzamos con las críticas de Jesús a los Escribas por su falta de modestia, su arrogancia, su supremacía ante los demás. Jesús observa la llegada a Jerusalén de todo tipo de peregrinos: judíos piadosos, pudientes, pobres, viudas, ricos, etc… todos contribuían a la grandeza de Jerusalén. Jesús se fija en una viuda que entrega todo lo que tiene: “muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales. Llamando a sus discípulos les dijo:
Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el cepillo más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero esta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir”
Si nos damos cuenta los demás echan de lo que les sobra, pero la vida se la reservan para ellos; la viuda pobre entrega en aquellas monedas su vida misma. Ese es el verdadero culto a Dios en el templo de la vida, en el servicio a los demás.

¿“Echamos “nosotros todo lo que tenemos a Dios o solo le ofrecemos las migajas que nos sobran? ¿Podemos dar más de lo que entregamos a Dios?

El día 18 de noviembre celebraremos el tercer domingo de Noviembre, día del Señor con el evangelio de San Marcos (13, 24-32): El evangelio de hoy forma parte del discurso apocalíptico de Marcos con que se cierra la actividad de Jesús, antes de entrar en la pasión. Jesús era preguntado muy a menudo sobre el día y la hora que terminaría este mundo. Jesús no lo dice y recurre a un lenguaje simbólico para alertarnos. Jesús nos invita a mirar los signos de los tiempos, como cuando la higuera echa sus brotes porque el verano se acerca; Dios tiene sus propios caminos para poner de manifiesto que en esta historia nada pasa desapercibido a su acción y de que debemos vivir con la espera y la esperanza del triunfo del bien sobre el mal.

Terminaremos noviembre el día 25 de noviembre (festividad de Santa Catalina, co-patrona de Jaén) con la lectura del evangelio según San Juan (18, 33-37). En él se relata la comparecencia de Jesús ante el prefecto romano Poncio Pilato. Pilato no quería juzgarlo para no mancharse con sangre judía de alguien que no había hecho nada contra el Imperio y los judíos no querían mancharse con la sangre de un profeta maldito. Jesús aparece como dueño y señor de una situación que se le escapa al juez romano. Es el juicio entre la luz y las tinieblas, entre la verdad de Dios y la mentira del mundo, entre la vida y la muerte. Leamos este texto y reflexionemos sobre su juicio injusto y cobarde: En aquel tiempo, preguntó Pilato a Jesús:

“¿Eres tú el rey de los judíos?
Jesús le contestó:
¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?
Pilato replicó:
¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí: ¿Qué has hecho?
Jesús le contestó:
Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.
Pilato le dijo:
Conque, ¿tú eres rey?
Jesús le contestó:
Tú lo dices: Soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz”

¿Cuántas veces juzgamos nosotros a Jesús? ¿Cuántas veces juzgamos a Jesús en la persona de nuestro prójimo? ¿Cuántas veces nos lavamos las manos como Pilato mirando hacia otra parte?

Os invito a reflexionar sobre estas lecturas muy interesantes de este mes de Noviembre

PAZ Y BIEN HERMANOS. UN ABRAZO