Domiciliar la cuota es beneficioso tanto para el cofrade, puesto que el importe de la cuota se pasará en dos plazos (noviembre – febrero) para facilitar su pago, como para la Hermandad, puesto que los gastos de la domiciliación son muy inferiores a los del cobrador y permite un cobro más ágil de la cuota de Cofrade.
Se ruega a los cofrades que no tengan domiciliada la cuota, o que hayan cambiado su número de cuenta, rellenen el impreso de alta de domiciliación.


La cuota domiciliada se pasará al cobro en dos plazos, a primeros de noviembre y a primeros de febrero por importe de la mitad de la cuota para este curso (15 para mayores de 10 años y 10 para los más pequeños), rogando que si ha sufrido variación la comuniquen por escrito utilizando los formulario anteriores o rellenando y enviando el siguiente formulario de
DOMICILICIACIÓN BANCARIA