VENTANA DE FORMACIÓN Nº 18. MAYO 2018

Comenzamos el mes de Mayo, el mes de las flores; el mes por excelencia de la primavera en todo su esplendor. El mes de María, el mes de nuestra Madre.

Por ello el primer domingo de mayo celebramos la festividad de la Madre junto a nuestra Cofradía Hermana del Rosario y nuestras RRMM Dominicas en la Fiesta de la Rosa, a las 12:00 de la mañana en la Capilla del Convento.

Es este mes de Mayo un mes de celebraciones, como los recordatorios de las apariciones de la Virgen de Fátima y Lourdes, así como diversos actos y cultos en nuestra ciudad, como el acompañamiento que le hace nuestra Hermandad al rezo del Santo Rosario y Eucaristía a la Patrona de Jaén, María Santísima de la Capilla.

La celebración de las cruces de Mayo los días 4, 5 y 6, es un punto de encuentro de Cofrades

El día 11 a la 20:30 h. podremos asistir a la Charla formativa que nos ofrecerá D. Rafael Claramunt Manjón (Hermano Mayor del Paso de Baeza) “DIALOGOS FE Y RAZÓN” que sin lugar nos hará enriquecernos de fe y no dejarnos indiferentes a nadie.

El Rosario Vespertino que ofrecemos a nuestra Madre y Protectora Mª Stma. de la Estrella por las calles de nuestro barrio, donde saludamos al Simpecado de nuestra Cofradía Hermana del Rocío de Jaén a pocas horas de realizar su camino hacia la Aldea Almonteña para venerar a la Santísima Virgen, reina de las marismas, La Blanca Paloma, el próximo día 12 de mayo.

Y también celebraremos la Fiestas del Santísimo Cristo de Charcales de nuestro vecino barrio de la Glorieta, popularmente conocido como el Cristo del Arroz, el próximo 13 de mayo.

Para terminar el mes de mayo con la Solemne Fiesta Estatutaria en Honor de Nuestro Padre Jesús de la Piedad que se celebrará el día 26 de Mayo a las 20:00 h. en nuestra Capilla del Convento.

Espero que disfrutéis del mes de María, de este maravilloso mes de Mayo, mes de las flores.

EVANGELIOS DEL MES DE MAYO

El sexto domingo de Pascua lo comenzamos con el evangelio de Juan (Jn.4, 7-10), a mi modesto entender uno de los fragmentos más profundos y reveladores en cual Jesús no insiste en el gran mandamiento, en el único mandamiento: “Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”. Jesús nos demuestra y nos enseña que Dios nos ama siempre, porque Dios es amor y una comunidad no puede ser nada sino se fundamenta y asume como pilar básico el amor sin medida a los demás, al prójimo y da la vida por él. Jesús nos ha elegido para que demos fruto y nos dan un mandamiento: QUE OS AMÉIS LOS UNOS A LOS OTROS.

El domingo, día 13 de Mayo, séptimo de Pascua, el Evangelista San Marcos (16, 15-20) nos llama la atención sobre la misión de Jesús Resucitado a sus apóstoles para que hagan discípulos en todos los confines de la tierra poniéndose Él como modelo de la predicación y para que hagamos, nosotros también, discípulos y proclamemos el Evangelio vivo.

Domingo de Pentecostés, 20 de mayo (50 días después de Pascua). Evangelio de San Juan (20, 19-23). Los Discípulos se llenan de alegría al ver al Señor. En este Domingo de Pentecostés nos alegramos también nosotros de que Jesús se nos muestre y los veamos con la misma fe que lo vieron sus discípulos, Él nos enseña las manos y el costado. Jesús nos da el Espíritu de Él y de su Padre Celestial. Es la forma de su presencia entre nosotros después de la resurrección. “Jesús repitió: Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos. »

Domingo día 27 de mayo, La Santísima Trinidad. San Mateo (28, 16-20). Creo que sobran las palabras sobre el fragmento del Evangelio de este día que transcribo con alegría:
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
“Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.
Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”

Solo por esta última frase del evangelio merece la pena reflexionar y regocijarnos en la palabra de Jesús, solo por ella merece la pena parar el tiempo y mirar al futuro con esperanza. Además el evangelio nos muestra una fórmula de bautismo de salvación, una formula trinitaria en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

PARA REFLEXIONAR:

Vivamos el mes de mayo como un mes de celebración, de María entre todas las cosas, de Jesús entre nosotros, de la Santísima Trinidad.
¿Amamos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, nos amamos los unos a los otros como Él no amó?
¿Estamos dispuestos a salir y proclamar el evangelio no solo el Domingo de Ramos?

PAZ Y BIEN HERMANOS. UN ABRAZO

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