VENTANA DE FORMACIÓN 49. SEPTIEMBRE 2021

Señor de la Piedad, a tu amparo me acojo, rico y generoso en tu destino humildemente aceptado, redentor de nuestras vidas y fin de nuestros sufrimientos.
Estrella, que en el cielo del mar infinito eres guía y señal de tus devotos, marineros en la singladura hacía tu Divino Hijo, guárdanos como madre y mediadora de todo mal.
Queridos Hermanos, un nuevo año cofrade comienza para nuestra Hermandad Dominica y Cofradía de nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Piedad en su Sagrada Presentación al Pueblo, María Santísima de la Estrella, Ntra. Sra. del Rosario y Santo Domingo de Guzmán. Un nuevo año especial, tan especial como el pasado, que tras la época que nos ha tocado vivir y que ha afectado a todos los niveles de la sociedad, hemos vivido. Han sido dos años cuyas Semana Santa han sido especiales y espero que irrepetibles (es decir, que no se vuelvan a repetir). La situación sanitaria ha mejorado lo suficiente para tener fundadas esperanzas de poder vivir una próxima Cuaresma y Semana Santa dentro de la normalidad. Ojalá.
Como signo de esta normalidad, desde la Vocalía de Formación, tras la época estival, volvemos a encontrarnos con las Ventanas de Formación de la hermandad, con el objetivo de complementar la formación activa que la Vocalía propone para todos los cofrades con sus actividades durante todo el año.
El mes de septiembre acude al seno de nuestra hermandad para acoger una gran cita, la Fiesta Estatutaria en honor a María Santísima de la Estrella, que celebra la festividad del nacimiento de la Virgen, y que con las medidas de seguridad pertinentes, se celebrará el próximo 8 septiembre con el rezo del rosario a las 19:30h y la Santa Misa a las 20:00h. Con esta Eucaristía se abre el nuevo curso cofrade 2021/2022.
Significados:
La Iglesia recuerda el día del nacimiento de la Virgen María cada 8 de septiembre. Abre la nómina del mes de Septiembre que se caracteriza por las fiestas de la Virgen María (su Natividad, el Dulce Nombre de María, la Virgen de los Dolores, Nuestra Señora de las Mercedes). De las advocaciones marianas, Dolores es una de las advocaciones más importantes en el mundo cofrade. La Virgen de los Dolores es conocida también como Virgen de la Amargura, Virgen de la Piedad, Virgen de las Angustias… Su fiesta es el 15 de septiembre. Se la invoca en latín como Maria Virgo Perdolens o Mater Dolorosa y es una de las numerosas advocaciones a través de las cuales la Iglesia Católica venera a la Virgen María. Esta advocación (Dolores) destaca el sentimiento de dolor de la madre ante el sufrimiento de su hijo. Es característica común de las representaciones de la Virgen que son las que forman parte de las cofradías que cada Semana Santa hacen estación de penitencia. Es por eso que se les llama dolorosas. Los «siete dolores» hacen referencia a los siete episodios de la vida de Jesucristo, relatados por los evangelios, que hicieron sufrir a María.
1. El primero y origen es la conocida como profecía de Simeón (Lc. 2, 22′ 35) : “Este Niño está puesto para ruina y resurrección de muchos de Israel, y una espada traspasará tu alma”.
2.La persecución de Herodes y la huida a Egipto (Mt. 2, 13-15)
3.Jesús perdido en el Templo, por tres días (Lc. 2, 41-50)
4.María encuentra a Jesús, cargado con la Cruz (Vía Crucis, 4.ª estación)
5.La Crucifixión y Muerte de Jesús (Jn. 19, 17-30)
6.María recibe a Jesús bajado de la Cruz (Mc. 15, 42-46)
7.La sepultura de Jesús (Jn. 19, 38-42)

El origen de la advocación es medieval. La devoción a la Mater Dolorosa se desarrolla a partir de finales del siglo XI. En 1239, en la diócesis de Florencia, la Orden de los Servitas u Orden de frailes Siervos de María, cuya espiritualidad estaba muy ligada a la Santa Virgen, fijó la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores el 15 de septiembre, el día siguiente a la Exaltación de la Santa Cruz, ya que se conmemora que la Virgen de los Dolores, la Madre de Jesús, estaba de pie, junto con otras mujeres, al pie de la Cruz de su Hijo. Dolores es una advocación que cuenta con gran número de devotos en países como España, Argentina, Panamá, México, Italia y Portugal.
Desde muy antiguo, las dolorosas han formado parte del cortejo procesional, que en el devenir del tiempo han adquirido otras advocaciones, como es el caso de nuestra hermandad, Estrella.

EVANGELIOS DEL MES DE SEPTIEMBRE
El evangelio que nos ocupa este Domingo, día del Señor, Evangelio: Marcos (7,31-37): El Effatá del Reino.
Nos narra la curación de un sordomudo en territorio de la Decápolis (grupo de diez ciudades al oriente del Jordán, en la actual Jordania), después de haber actuado itinerantemente en la Fenicia. Se trata de poner de manifiesto la ruptura de las prevenciones que el judaísmo oficial tenía contra todo territorio pagano y sus gentes, lo que sería una fuente de impureza. Para ese judaísmo, el mundo pagano está perdido para Dios. Pero Jesús no puede aceptar esos principios; por lo mismo, la actuación con este sordomudo es un símbolo por el que se va a llegar hasta los extremos más inauditos: Va a tocar al sordomudo. No se trata simplemente de una visita y de un paso por el territorio, sino que la pretensión es que veamos a Jesús meterse hasta el fondo de las miserias de los paganos.
Cuando el Maestro “elevó sus ojos al cielo”, es un signo de oración, de pedir algo a Dios, ya que mirar al cielo, como trono de Dios, es hablar con Dios. Y entonces su palabra Effatá, no es la palabra mágica, sino del poder divino que puede curarnos para que se “abran” (eso significa Effatá) los oídos, se suelte la lengua y se ilumine el corazón y la mente. La significación, pues, es poner de manifiesto que con los oídos abiertos aquél hombre podrá oír el mensaje del evangelio; y soltando su lengua para hablar, advierte que, desde ahora, un pagano podrá también proclamar el mensaje que ha recibido de Jesús al escucharlo en la novedad de su vida. Esta es una lección que hoy debemos asumir como realidad, cuando en nuestro mundo se exige la solidaridad con las miserias de los pueblos que viven al borde de la muerte.

La lectura del evangelio del segundo domingo Evangelio: Marcos (8,27-35): Seguir a Jesús desde nuestra cruz
El evangelio nos presenta un momento determinante de la vida de Jesús en que debe plantear a los suyos, a los que le han quedado, las razones de su identidad para el seguimiento: ¿a dónde van? ¿a quién siguen? El texto, pues, del evangelio, tiene cuatro momentos muy precisos: la intención de Jesús y la confesión mesiánica de Pedro en nombre de los discípulos; el primer anuncio de la pasión; el reproche de Jesús a Pedro y a los discípulos por pretender un mesianismo que no entran en el proyecto de Dios, que Jesús asume hasta las últimas consecuencias, y, finalmente, los dichos sobre el seguimiento. Este es uno de los momentos estelares de la narración del evangelio de Marcos. Es el momento de comenzar al camino a Jerusalén, con todo lo que ello significa para Jesús en su proyecto del anuncio del Reino.
Pedro considera que confesarlo como Mesías sería lo más acertado, pero el Jesús de Marcos no acepta un título que puede prestarse a equívocos. El Mesías era esperado por todos los grupos, y todos creían que sería el liberador político del pueblo. Jesús sabe que ni su camino ni sus opciones son políticas, porque no es ahí donde están los fundamentos del Reino de Dios que ha predicado. El reproche de Jesús a Pedro, uno de los más duros del evangelio, porque su mentalidad es como la de todos los hombres y no como la voluntad de Dios, es bastante significativo. Jesús les enseña que su papel mesiánico es dar la vida por los otros; perderla en la cruz. Eso es lo que pide a los que le siguen, porque en este mundo, triunfar es una obsesión; pero perder la vida para que los otros vivan solamente se aprende de Dios que se entrega sin medida. El triunfo cristiano es saber entregarse a los demás.

Nos acercaremos al tercer domingo del mes Evangelio: Marcos (9,30-37): El que se entrega debe ser el primero
El evangelio de Marcos nos muestra un segundo paso de Jesús en su camino hacia Jerusalén, acompañado por sus discípulos. El maestro sabe lo que le espera; lo intuye, al menos, con la lucidez de un profeta: la pasión y la muerte, pero también la seguridad de que estará en las manos de Dios para siempre, porque su Dios es un Dios de vida. Pero ese anuncio de la pasión se convierte en el evangelio de hoy en una motivación más para hablar a los discípulos de la necesidad del servicio. Pero los discípulos ni lo entendían ni querían preguntarle, ya que les daba pánico. Este no querer preguntarle es muy intencionado en el texto, porque no se atrevían a entrar en el mundo interior y profético del Maestro. Jesús tuvo paciencia y pedagogía con ellos.
En Carfarnaún, en la casa, porque es el símbolo de donde se reúne la comunidad, (como cuando les explica el sentido de las parábolas), les pregunta por lo que habían discutido por el camino; seguramente de grandezas, de ser los primeros cuando llegase el momento. Sus equivocaciones mesiánicas llegaban hasta ese punto. Jesús tomó a un niño (muy probablemente el que les servía) y lo puso ante ellos como símbolo de su impotencia. Es verdad que el niño, como tal, también quiere ser siempre el primero en todo, pero es impotente. Acoger en nombre de Jesús a alguien como un niño es aceptar a los que no tienen poder, ni defensa, ni derechos; es saber oír a los que no tienen voz; son los pobres y despreciados de este mundo.

En el cuarto domingo Evangelio: Marcos (Mc 9,38-43.45.47-48): El evangelio contra el puritanismo
El evangelio de hoy nos cuenta una pequeña historia, parecida a la que hemos encontrado en la vida de Moisés sobre el espíritu que se da libremente a dos personajes que no pertenecían al grupo de los ancianos. En este caso, Juan, ha encontrado a alguien que hace milagros o exorcismos y quiere impedírselo como si eso fuera exclusivo de Jesús, el profeta de Nazaret. Pero Jesús, en una respuesta que se asemeja a la de Moisés exige que no se le impida, porque todo el que hace el bien (ese es el sentido que puede tener el hacer milagros en nuestro texto) no puede estar contra Jesús que vino a hacer el bien a los hombres.
Esta enseñanza del evangelio de hoy pone de manifiesto que la praxis cristiana no puede defenderse como exclusivismo y como independencia absoluta. Todos los hombres son capaces del bien, porque todos los hombres han recibido los dones de Dios. Por lo mismo, allí donde se trabaja por los demás, donde se abren las puertas a los hambrientos y los sedientos, aunque no conozcan al Dios de Jesús, allí los cristianos pueden participar. La comunidad cristiana, la Iglesia, no debe presentarse como el “gheto” de los salvados o redimidos con criterios de puritanismo y legalismo, porque esta promesa es para todos los hombres.

PARA REFLEXIONAR:
El poder divino que puede curarnos para que se “abran” (eso significa Effatá) los oídos, se suelte la lengua y se ilumine el corazón y la mente.
El triunfo cristiano es saber entregarse a los demás.
Acoger en nombre de Jesús a alguien como un niño es aceptar a los que no tienen poder, ni defensa, ni derechos; es saber oír a los que no tienen voz; son los pobres y despreciados de este mundo.
La praxis cristiana no puede defenderse como exclusivismo y como independencia absoluta. Todos los hombres son capaces del bien, porque todos los hombres han recibido los dones de Dios.

PAZ Y BIEN HERMANOS. UN ABRAZO

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