La Estrella bajó las escaleras del cielo

Una de las citas de la Cuaresma más esperadas por nuestros cofrades es el domingo del Besapié y Besamanos a nuestros Sagrados Titulares. La posibilidad de estar cerca de Jesús de la Piedad y María Santísima de la Estrella, en un ambiente de recogimiento y oración, hace que sean cientos los fieles y devotos que a lo largo de toda la jornada dominical pasan por la Iglesia Conventual de la Purísima Concepción.

Este año, el equipo de fabricanía y priostía ha vuelto a superarse, con la instalación y montaje de dos altares de gran belleza. Justo al subir las escaleras del templo, delante de la capilla donde reciben culto a lo largo de todo el año, Nuestro Padre Jesús de la Piedad esperaba el beso en sus cofrades, mientras que en el centro de la iglesia lucía como siempre su Bendita Madre, que había bajado las escaleras del cielo para pisar tierra firme y tender su mano a quien busca su luz. Arriba de la escalinata, Santo Domingo de Guzmán, padre fundador de la orden que nos acoge e impregna con su carisma.

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