Nuestro vicehermano mayor, Juan Luis Plaza, enciende la Semana Santa con su pregón

Nuestro vicehermano mayor, Juan Luis Plaza, ha sido el encargado de pregonar la Semana Santa de Jaén de este año 2024. Desde la Hermandad Piedad y Estrella queremos felicitar y dar la enhorabuena a nuestro hermano por el magnífico pregón realizado. Anunció al pueblo de Jaén, con un gran sentimiento cofrade, la llegada inminente de nuestra Semana Santa en un texto en el que estuvo muy presente nuestra hermandad. A continuación de extracta la parte del pregón en la que Juan Luis Plaza se refiere a nuestra cofradía:

Cuando la niñez es solo un recuerdo y un lugar, la mía siempre desemboca en el Pilar de la Imprenta. Sobre sus adoquines corría y saltaba mientras una joven cofradía empezaba a escribir su historia. No sabía entonces, cuando me asomaba al balcón engalanado de mi casa cada Domingo de Ramos, que llegaríamos a confluir una tarde de invierno y adolescencia para sellar una alianza por siempre. Atado a sus manos quedaron las mías y bajo su canasto he caminado cada primavera, voceando izquierdos y costeros, derecho atrás, y paso largo. Junto a mis hermanos he aprendido a ser costalero, a entender que debajo somos uno y que todo esfuerzo es poco para compensar su entrega.

 

En tus manos, la fuerza

que me levanta cada mañana.

En tus manos, la calma,

que aplaca dudas y amenazas.

En tus manos, la confianza,

de tenerte en las buenas y malas.

En tus manos, la templanza

de una bondad que sana.

En tus manos, la caricia,

del amigo que acompaña.

En tus manos, el timón,

de una vida cristiana.

En tus manos, la razón,

que busca mi alma.

En tus manos, Señor de la Piedad

donde yo vivo y muero.

en esas manos, agarradas a una caña,

cetro del Rey de la Humildad,

encuentro paz y sosiego.

Tus manos Señor, ¡ay tus manos!,

que están aquí en mi pecho,

en esa medalla que es orgullo

por ser sólo un discípulo tuyo.

Más de media vida en tu sendero

veinticinco años en mi hermandad,

siendo tus pies, tu costalero.

Viendo como maniatado te presentas

a tu pueblo jaenero,

Poncio Pilato desconoce

que eres Dios Verdadero.

Ten Piedad de nosotros

Señor dominico, Rey nuestro,

que tu juicio sea justo

en el fin de los tiempos.

No tuviste defensa

y te hiciste pequeño,

como en el portal navideño,

humildad ante la ofensa.

Ni todo el poder de Roma

ni la crueldad humana,

turban tu mirada

que de amor rebosa.

En tus manos dominicas

gastadas por el tiempo y los besos,

se condensan mis noches y días

mi agradecimiento y mis ruegos.

Señor de la Piedad,

a ti mi vida presento

y te hago este juramento

quererte hasta la eternidad.

 

Siempre junto a Él, siempre de morado y blanco, tuve que verme frente a Ella, también en un teatro, para entender que fue su Luz la que me llevó a descubrir al Señor. Una Estrella bajó del cielo para quedarse en Jaén, permanecer oculta en el silencio de la clausura y brillar de manera especial una noche al año. La misma luz de la mañana que despertaba la ilusión de los más pequeños se cobija ahora bajo palio para ser destello y señal de unos nazarenos que siguen su trazo por calles de nobles casonas y recuerdos hortelanos. Hasta la Luna se asoma celosa tras una de las torres de la Catedral para observar la belleza de María cuando por Julio Ángel, otra de esas cuestas que sobresaltan el corazón, se desliza acariciando balcones y desemboca así en su barrio donde lo efímero se hace eterno.

 

Refulgente y sublime,

bella flor del Edén,

que tu inmensa luz nos guíe

como a los magos en Belén.

Dejaste huérfano el firmamento

para brillar entre olivares,

sentir el roce del viento

y ser de todos nuestra Madre.

Tus costaleros se afanan

por devolverte a ese cielo

y empujan en cada levantá,

todo corazón y esfuerzo.

No saben que tu paseo

que tu presencia fugaz,

bien parece un sueño

cuando te mecen al compás.

Nubes de incienso a tu paso,

olor a canela y vainilla,

esperan tus vecinos al raso,

barrio de gente sencilla.

En la noche cerrada

camina a los sones de Rocío,

regresa a su morada

entre el bullicio y el gentío.

18Es fuego bajo palio

ardiente por calle Llana

un lucero entre Rosarios

es la Estrella de la mañana.

 

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