Orden de antigüedad

Cuando una hermandad se planta en las calles para hacer su procesión de penitencia, el orden de todo lo que conforma la cofradía tiene un sentido. Nada es azaroso, sino que responde a un mensaje catequético perfectamente estructurado y configurado por el paso de los años. Tras la cruz de guía vemos cómo se suceden los tramos de nazarenos y las insignias que los dividen y que relatan aspectos relacionados con la Pasión de Cristo, con atributos de la Virgen como el Dogma de su Inmaculada Concepción, que sitúan el contexto histórico, como el Senatus, o vinculados a la propia historia de la corporación.

De principio a fin, la cofradía es un todo en el que, en torno a nuestros Sagrados Titulares, nos congregamos unas 700 personas si sumamos nazarenos, mantillas, costaleros y músicos. Un grupo humano numeroso que requiere de una organización minuciosa y acorde a la misión evangelizadora que asumimos cuando salimos a dar testimonio público de nuestra fe. De ahí, la labor tan compleja que lleva a cabo la Vocalía de Manifestaciones Públicas, responsable de ordenar el cortejo procesional y velar por su correcto discurrir, cumpliendo además los horarios establecidos.

Hace ahora 15 años, nuestra hermandad asumió que era preciso organizar los tramos de hermanos nazarenos y para premiar e incentivar la participación en nuestra procesión de penitencia, se tomaron como referencia dos criterios: la antigüedad como hermano y la fidelidad vistiendo el traje de estatutos. De este modo, hemos visto como nuestras filas nazarenas se han ido nutriendo de cofrades siendo una de las cofradías de Jaén con mayor número de penitentes en sus tramos.

Como toda norma, aquella decisión tuvo sus aspectos positivos y otros no tanto. En estos años hemos visto que costaleros abandonaban las trabajaderas y al pasar a las filas nazarenas no se les computaban sus años procesionando bajo los pasos, o como mantillas decidían cubrirse bajo el anonimato del caperuz sin valorar los Domingos de Ramos que han rezado el Rosario delante de María Santísima de la Estrella. Por eso, pasado este tiempo, entendemos que es de justicia establecer como criterio único para el orden de los hermanos nazarenos la antigüedad que cada uno atesora como cofrade de la hermandad.

De este modo, a partir de este Domingo de Ramos de 2023, los tramos se determinarán única y exclusivamente en base a los años ininterrumpidos como cofrade, tal y como se hace en la gran mayoría de las hermandades de nuestra ciudad y del resto de Andalucía. Esta decisión también se basa en el reglamento de régimen interno en cuyo borrador trabaja la junta de gobierno y donde se indica que lo hermanos nazarenos “formarán por parejas en el puesto y tramo que por su antigüedad como hermanos les corresponda, siendo el lugar del más antiguo el último del lado derecho en el sentido del cortejo”.

Seguramente no haya grandes cambios en la posición que cada hermano nazareno ha venido ocupando en las últimas Semanas Santas, y estamos convencidos de que nuestros cofrades sabrán entender que es el modo más justo y transparente a la hora de organizar los tramos de penitentes que iluminan el caminar de Jesús de la Piedad y de María Santísima de la Estrella.