Un Domingo de Ramos grande en el que la Estrella volvió a brillar
Desde primeras horas de la mañana, el barrio de la Alcantarilla se transformaba en un hervidero de fe y nervios. La Hermandad Piedad y Estrella volvía a reencontrarse con su ciudad en una jornada marcada por la emoción y el sentimiento. A las puertas de nuestra Casa de Hermandad se respiraba nerviosismo pero finalmente, el sol acarició el rostro de Nuestro Padre Jesús de la Piedad que, imponente, avanzaba invitando a la reflexión y al recogimiento en cada esquina de la ciudad. Nuestra madre de la Estrella, que lucía radiante bajo su palio, acompañada de un exorno floral exquisito y un andar elegante y alegre, iluminaba el corazón de todos aquellos que se acercaban a contemplarla.
Nazarenos y mantillas, costaleros y acólitos, mostraron ese compromiso profundo con la Hermandad, con una participación ejemplar que engrandeció el Domingo de Ramos jiennense. Cada paso, cada mirada, cada gesto hablaba de una fe viva, de una devoción sincera.
La música, de manos de nuestra Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Piedad en su Presentación al Pueblo «La Estrella» y nuestra querida Banda de Música «Pedro Morales» de Lopera pusieron el alma sonora a un recorrido que dejó momentos para el recuerdo pero, sin duda, el regreso al barrio fue el culmen de una jornada que quedará grabada en la memoria de todos con todo lo que vivimos en calle Llana un año más.
No podemos dejar pasar esta crónica sin hacer una mención especial a todos los fotógrafos que, con su arte y dedicación supieron inmortalizar cada instante vivido durante la Estación de Penitencia de la Hermandad Piedad y Estrella este Domingo de Ramos. Gracias por estar en cada esquina, bajo el sol o entre la multitud, buscando el encuadre perfecto, el gesto que lo dice todo, la emoción que habla sin palabras.
Desde estas líneas, queremos felicitar con todo cariño y orgullo a todos los hermanos y hermanas de nuestra Hermandad. Gracias a todos por vuestro compromiso, por vuestro saber estar y por hacer posible una Estación de Penitencia que fue testimonio de fe. Jaén os miró con admiración, y el barrio de la Alcantarilla os abrazó con fervor.
Y por supuesto, queremos agradecer a la Policía Local, a la empresa de seguridad Proseja y al pueblo de Jaén el trabajo y comprensión en la difícil decisión de aforar la plaza de la Purísima Concepción para el regreso de la Hermandad. Una medida tomada para garantizar la seguridad de nuestros hermanos y hermanas y de quienes tienen la suerte de vivir en ese rincón de nuestro barrio los últimos instantes de nuestro caminar cofrade.
El Domingo de Ramos fue grande… porque la Estrella volvió a brillar.
Fotografías: Jose Ibáñez